9 de junio del 2023
Cuba totalitaria o de cómo el arte puede pensar una revolución, de herny alvarez (ed)Cuba totalitaria o de cómo el arte puede pensar una revolución, de Henry Eric Hernández y Lester Alvarez
por Victoria Tapia Ruiz*
Cuba totalitaria es una antología de propuestas visuales y ensayos recopilados por Henry Eric Hernández y Lester Álvarez, publicado por la editorial Hypermedia. El libro es un testimonio colectivo acerca de lo que implica ser artista en un régimen como el cubano. A través de análisis político, poesía, entrevistas e imágenes, las y los autores exponen la compleja realidad de la isla y de todas aquellas voces que permanecen a la deriva entre las únicas dos opciones: el Partido o el imperio. Con un título tan provocador, Hernández y Álvarez invitan a los lectores a cuestionar los conceptos histórico-políticos que caracterizan ese régimen, así como todo aquello que creíamos conocer de Cuba y sus habitantes.
Movimiento San Isidro (MSI), 27 de noviembre (27N) y COVID- 19
En el año 2018 el gobierno cubano propuso el Decreto 349, el cual sometió las expresiones artísticas y culturales a la autorización del Ministerio de Cultura. Esta medida alarmó a los artistas cubanos, quienes consideran que el arte tiene un fuerte componente político que, en muchos casos, cuestiona las estructuras del Estado, por lo que el Decreto era un atentado contra la libertad de expresión. Con acciones legales y performáticas, un grupo de artistas se organizó en el Movimiento San Isidro (MSI), el cual tenía la intención de defender la libertad de expresión.
Algunos integrantes del MSI fueron encarcelados, por lo que el 27 de noviembre del 2020, artistas e intelectuales, conocidos desde entonces como 27N, se movilizaron frente al Ministerio de Cultura en la Habana, lograron entablar un diálogo con el viceministro de Cultura, Fernando Rojas y aparentemente abrieron un nuevo canal de comunicación entre las autoridades y la comunidad artística. Cuando el movimiento 27N manifestó su demanda de integrar al diálogo al MSI, las autoridades cerraron la comunicación y los medios oficiales comenzaron a cuestionar la legitimidad de las peticiones de los artistas.
En la situación que vivían los artistas cubanos inició la pandemia mundial por COVID- 19, la cual creó tensiones entre la población y el Estado. A través de las redes sociales se conocieron las movilizaciones convocadas por el 27N y fueron apoyadas por una parte de los habitantes quienes buscaban fortalecer su participación cívica y la democracia a la par que trataban de sobrevivir al encierro, la carencia de medicamentos y una enfermedad que cobró vidas en todas partes. Los artistas y su producción artística lograron que las ideas democráticas salieran de las galerías y tomaran las calles. En este contexto se escribió Cuba totalitaria.
Galerías, la política traducida a imágenes
La estructura del libro permite un diálogo entre las imágenes y los textos. Por ejemplo, podemos leer un ensayo de Abel Sierra Madero acerca de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), las cuales fueron centros de “reeducación” para la masculinidad ideal de los revolucionarios. En las páginas posteriores, encontramos la galería de Ángel Delgado: “Recortes de prensa” en la que se vemos la construcción ideológica que presentaban los periódicos cubanos de 1966 acerca de las UMAP, así como una obra de un jabón tallado que muestra una bota militar pisando una cabeza. El tema continúa con Pedro Marqués y “El Código totalitario” en el que expone el uso de la psiquiatría y de la reflexología soviética que se emplearon para asociar la salud mental con la moral del régimen. La homosexualidad, por ejemplo, se definió como una ideología imperialista burguesa.
De la misma manera, Henry Eric Hernández presenta el artículo “El amigo totalitario” en el que narra la censura y marginación de artistas disidentes en la década de los años 80. En particular, conocemos el ataque que resistió Juan Sí González, quien realizó “acción pública” u “obras de actitud” que fueron calificadas como malos performances por críticos e incluso amigos (totalitarios) de Juan, quienes ayudaron al Estado a construir la imagen del artista como enemigo panfletario y amigo del imperialismo. La embestida fue tal, que la única salida de Juan fue el exilio, el cual ilustra con una galería de fotografías y periódicos que conmueven, pues dan rostro al testimonio.
Las galerías también son testimonio del activismo de artistas que han cuestionado al sistema cubano. En este sentido, encontramos la obra de Luis Manuel Otero Alcántara, integrante del MSI, quien presenta fotografías de su acción pública Se USA en la que utiliza las banderas norteamericana y cubana en dos series: “Homenaje a Daniel Llorente” y “Le drapeau”. En ambos casos, el artista fue arrestado. También “La paleta del artista” de José Ángel Vincench nos muestra la imagen de Oswaldo Payá Sardiñas, activista por los derechos humanos en Cuba, quien gradualmente va desapareciendo entre la pintura.
¿Cuba es una sociedad totalitaria?
Las y los autores que participan en este libro intentan responder a la pregunta a partir de distintas disciplinas y con enfoques que no solo atañen a las estructuras institucionales, sino también al comportamiento de la población respecto a la participación política. Sobre este último punto, Rafael Almanza plantea un debate en torno al “sujeto ilustrado” del pensamiento kantiano y concluye que solo la participación cívica ayudará a superar los vicios acumulados en el sistema. A esto, Claudia González en su artículo “El activismo de Estado en Cuba” se pregunta ¿cómo generar una cultura cívica cuando el Estado ha acaparado al activismo? Para ilustrar su punto, la autora identifica los instrumentos de opresión estatal como la imposibilidad de que exista un feminismo fuera de la Federación de Mujeres Cubanas, o la promoción de la persecución de disidencias entre los propios ciudadanos. Esto también se encuentra en el guion “secuencia de repudio” de Santa y Andrés, video digital que muestra la imposibilidad de sentir confianza por alguien cuando se habita en un régimen que persigue y castiga al pensamiento disidente, y en el que cualquier persona puede ser la boca delatora. Este nivel de compromiso con el sistema fue posible gracias a una pedagogía profunda que podemos conocer en “Hijo nacido en primavera” de Celia González, quien entrevista a su madre, una exmilitante encargada de educar a los niños en una personalidad comunista.
¿El Estado cubano es totalitario?
Marlene Azor en “Totalitarismo corriente en Cuba” refuta las ideas de Traverso; afirma que es posible hablar de un Estado totalitario que emplea prácticas como presentar datos sin evidencias suficiente, que maquilla la imagen de Cuba frente a la comunidad internacional y que le permite sostener un bloqueo económico interno, así como justificar la existencia de un partido único y de la policía secreta.
El libro en su conjunto plantea la necesidad de reescribir la historia de Cuba como propone Óscar Grandío en “El totalitarismo y el diseño de política exterior cubana bajo el régimen castrista” artículo en el que no sólo nos invita a repensar la revolución, sino también la idea de que había una Cuba previa a la de Fidel e incluso a la de Batista, que es la Cuba de Martí.
¿Por qué leer Cuba totalitaria?
Este libro posee una diversidad de voces que parten de una perspectiva teórica y testimonial que vinculan reflexiones como la de Primo Levi, la de Martí, así como las del MSI y el 27N. El texto nace en un momento histórico importante no solo para Cuba, sino para el resto de las naciones. Permite ampliar el análisis de la realidad política de la isla, y aborda temas que se refieren a lo humano, por ejemplo: el valor del rencor o de entender las acciones del otro sin que por ello se justifiquen.
Hernández, H. y Álvarez, L (eds.) (2022) Cuba totalitaria. Hypermedia, Estados Unidos, pp. 378
*Imágen: Alberto Casado
Boceto. (¿¡Ehh y esto!?). 1994
Técnica Mixta sobre papel
Colección José Ángel Vincench
Obra que acompaña el capítulo “La maquinaria” de María de Lourdes Mariño Fernández
* Victoria Tapia Ruiz. Licenciada en filosofía y maestra en historia. Asistente de investigación en el Sistema Nacional de Investigadores. Contacto: @VickyOjodemoira